El alcalde de Totana, Juan Morales, y la concejal de Cultura, Ana Belén García, presentaron ayer la publicación editada del VI Premio de Investigación Histórica “Alporchón”, cuyo acto se celebró en el centro sociocultural “La Cárcel” y en el que también estuvo su ganador, el arqueólogo José Antonio Sánchez Pravia.
El acto contó con la asistencia de numerosos historiadores, familiares y amigos del ganador; y el premio está dotado con 2.704 euros y la publicación al año siguiente del trabajo ganador.
El trabajo ganador de esta sexta edición de este premio de investigación histórica se titula “El barro encantado, tradición en Totana (siglos XVI-XX) y de él el jurado resaltó la profundidad de su investigación de la tradición alfarera, que estaba muy bien documentado y que era la primera vez que se había presentado un estudio de la alfarería.
El jurado del VI Premio de Investigación Histórica “Alporchón” estuvo integrado por el alcalde como presidente; la concejal de Cultura, Ana Belén García; Francisca Martínez García, técnico designado por la Consejería de Educación y Cultura; el profesor de la Universidad de Murcia Joaquín Lomba; el profesor de Historia del IES Juan de la Cierva de la localidad, Juan Cánovas Mulero; y la archivera municipal, Carmen Crespo.
Sánchez Pravia agradeció al Ayuntamiento la concesión de este premio así como el apoyo de todas las personas que le prestaron su ayuda y destacó la importancia de la tradición alfarera en Totana.
También realizó un repaso por el proceso de investigación llevado a cabo en estos años para la realización de la obra, así como por el contenido del libro.
Por su parte, el alcalde incidió en que el Premio de Investigación Histórica Alporchón es un galardón “muy importante y muy consolidado” que pretende contribuir al conocimiento de los orígenes y el pasado del municipio.
Sobre el trabajo ganador de la sexta edición destacó que “ahonda en una de nuestras tradiciones más ricas como es la alfarería” y apuntó que “va a contribuir a seguir ahondando en nuestras tradiciones y a que se le brinde de alguna manera un homenaje o reconocimiento a tantas y tantas familias que generación tras generación han venido trabajando en el noble oficio alfarero”.
A la primera convocatoria de este premio se presentaron cuatro trabajos, y el ganador fue Juan Cánovas Mulero con la obra: “Solidaridades socioreligiosas en la época moderna. Las Cofradías de Totana (Siglos XVI-XVII)”, publicado en 1995.
A la segunda convocatoria, en 1996, se presentaron 5 trabajos, y en esta ocasión el premio recayó en Pedro Martínez Cavero con “Aproximación a la Prehistoria e Historia Antigua de Totana”, publicado al año siguiente, 1997.
La tercera convocatoria fue en 1998, ocasión en la que sólo se presentó un trabajo, titulado “El Comercio de la Nieve en el Reino de Murcia y los pozos de Sierra Espuña” (Siglos XVI-XIX). La Historia blanca de Totana. El premio quedó desierto.
A la cuarta convocatoria, año 2000, se presentaron dos trabajos, y en esa ocasión el jurado decidió premiar la obra de José Antonio Guerao Navarro, titulada "Totana 1936-1939. Repercusiones de la Guerra Civil en un municipio de la retaguardia", que se publicó en julio de 2001; mientras que en la quinta edición el premio correspondió a Eulalia Miralles, cuya obra ganadora llevó por título “Tras el color infable. La pintura de Obdulio Miralles (1965-1984)”.
